La reducción de pecho, que recibe el nombre técnico de mamoplastia de reducción, es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es lograr que las mamas sean más pequeñas y proporcionadas al resto del cuerpo, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel. Con esta técnica se consigue un pecho firme, ligero, bien proyectado y armonioso.
La reducción de mamas se realiza generalmente para aliviar un problema físico, mas que por motivos puramente estéticos. Muchas mujeres que se someten a esta intervención están preocupadas por el excesivo volumen de su pecho que interfiere con muchas actividades y causa molestias físicas. En la mayoría de los casos se espera hasta que el pecho se haya desarrollado completamente, aunque puede realizarse antes si los problemas físicos son muy importantes. Este procedimiento no está recomendado en mujeres que pretendan dar el pecho tras el embarazo.
Durante la primera consulta, el cirujano plástico evaluará el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud Se realizará además una exploración de mamas y en algunos casos se solicitará un estudio mamográfico. Se le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas, se discutirá el tamaño y la forma que tendrán su mamas y las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas. También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los costes de la intervención.
Tiempo quirúrgico
Anestesia
Hospitalización
Recuperación
Aunque existen diferentes técnicas para realizar la intervención, por lo general, la reducción de pecho se lleva a cabo practicando una incisión que se inicia en la parte baja de la areola y finaliza en el surco que define la unión inferior de la mama con el tórax, y una segunda horizontal en este pliegue de la piel. Esta técnica es comúnmente conocida como la T invertida o reducción en ancla. Pero como en cualquier tipo de cirugía, la comunicación médico-paciente es clave para alcanzar el resultado que se quiere, por lo que en la primera cita gratuita podrás hacer todas las preguntas que consideres y el especialista te aconsejará de la mejor forma.
La intervención de reducción de pecho no siempre tiene como objetivo principal la mejora en lo estético, sino que en muchos casos es necesario por un tema estrictamente de mejora de la calidad de vida. Entre las principales causas para realizarse una reducción de pecho destacan las siguientes:
¿Es dolorosa la cirugía de reducción de pechos?
Al igual que cualquier cirugía mamaria, los primeros días es normal sentir ciertas molestias y malestar en el pecho. Estas irán desapareciendo durante el proceso habitual de recuperación , cuya duración y fuerza con la que se manifiestan depende de muchos factores únicos de cada paciente. Para que las molestias sean lo más llevaderas, te recomendamos que sigas las pautas que te indicará el equipo médico.
¿Cuándo puedo incorporarme al trabajo después de una reducción de pecho?
Lo recomendable es incorporarse a partir de los 12-15 días, que es el tiempo necesario para que las heridas quirúrgicas estén cicatrizadas para pacientes que no realicen esfuerzos físicos, mientras que para aquellas que realicen esfuerzos físicos se alargue hasta el mes.
¿Puedo dar el pecho tras una reducción de senos?
La posibilidad de amamantar a un niño podría verse afectada por una reducción de pecho, sin embargo, esto no ocurre en todos los casos, por lo que no te preocupes, en la consulta gratuita que tendrás con el especialista podrás preguntarle todas las dudas al respecto.
¿Qué cicatrices me van a quedar tras una reducción de pecho?
La reducción de pecho deja cicatrices permanentes, aunque disimulables bajo el sujetador o el bikini. Inicialmente, la cicatriz tendrá un color rojizo y puede estar algo hinchada, pero se hará cada vez menos visible con el paso del tiempo. Es importante el cuidado postoperatorio como por ejemplo, el uso de cremas y apósitos que favorecen la cicatrización y proteger las cicatrices del sol durante los primeros meses tras la cirugía.
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